Ácido láctico: El ácido láctico es un alfa-hidroxiácido (AHA) que forma parte del Factor Hidratante Natural (NMF), y se utiliza en cosmética como hidratante, astringente y como renovador celular (el pH de mayor actividad se sitúa en 3.8). A dosis bajas es hidratante y astringente, y a dosis más elevadas produce un efecto “peeling” de renovación celular.
Ácido Salicílico: Su uso más común es para prevenir los puntos negros y el acné, ya que exfolia químicamente la superficie de la piel, puede penetrar hasta el poro para limpiarlo, ayuda a regular la microbiota cutanea, y tiene propiedades antiinflamatorias. Sus propiedades queratolíticas (exfoliante) está dada por su capacidad de promover la descamación epidérmica a través de la ruptura de los puentes intercelulares y evitar la contaminación por bacterias y hongos oportunistas.
El ácido salicílico con su concentración a 1.5% actúa como queratoplástico por lo que favorece la regeneración de la capa córnea y normaliza una queratinización defectuosa.
Niacinamida: Dependiendo de su concentración puede tener diversos efectos. En esta formulación tiene un efecto antiacné ya que es antiinflamatoria y ayuda a disminuir la visibilidad de los poros ya que regula la producción de sebo , es decir no reseca la piel sino evita que produzca sebo excesivo.
Extracto de algas marinas: Ayudan a tonificar la piel y cerrar los poros.
